¡Bienvenido al fascinante mundo de los cuidados específicos para los kangal!
Originarios de las majestuosas regiones montañosas de Anatolia, estos nobles guardianes pasan la mayor parte de su tiempo al aire libre, vigilando y protegiendo sus rebaños con devoción. Su pelaje, diseñado para resistir las inclemencias del tiempo, es robusto y resistente, pero requiere atención regular para mantenerlo en óptimas condiciones. En esta guía, exploraremos los cuidados esenciales que nuestros amigos peludos necesitan para mantenerse saludables y felices.
¡Sigue leyendo para descubrir cómo cuidar adecuadamente a tu kangal y fortalecer vuestro vínculo aún más!
1. Cómo cuidar del pelaje de tu kangal
1.1. Acostumbrar al kangal al cepillado
En el cautivador universo de los kangal, la vida al aire libre es una constante. A diferencia de otros compañeros caninos, estos nobles guardianes disfrutan vagando libremente por vastas propiedades, cumpliendo con su deber de proteger con valentía y devoción. Sin embargo, incluso para un perro independiente como el kangal, la familiarización con el cuidado personal es esencial. En el contexto actual, donde los lazos familiares con nuestros amigos peludos son más estrechos que nunca, mantener a nuestro kangal limpio y bien aseado es una prioridad.
A pesar de su imponente tamaño y su naturaleza reservada con los extraños, es crucial acostumbrar al kangal a las prácticas de aseo, incluidas las visitas al veterinario. El contacto físico con personas desconocidas debe ser parte de su entrenamiento regular. Las revisiones periódicas de dientes, orejas, ojos, patas y uñas son fundamentales para detectar cualquier problema de salud de forma temprana. Además, es crucial que el kangal aprenda estar tranquilo durante estos exámenes médicos.
Aunque el pelaje del kangal es de bajo mantenimiento, el cepillado regular es una práctica esencial, especialmente durante la etapa de cachorro y juventud. Este proceso no solo garantiza un pelaje saludable y libre de enredos, sino que también fortalece el vínculo entre el cuidador y el perro. Así que, ¡prepárate para disfrutar de momentos de conexión mientras cuidas a tu leal compañero!
1.2. Otros consejos
El cuidado del pelaje del kangal es muy sencillo. Aparte del cepillado, no es necesario hacer nada más. Como perros guardianes, estaban a la intemperie en cualquier época del año y la mayor parte del año había poco tiempo para acicalarlos. A menudo, los perros se quedaban solos con los rebaños, sin pastores cerca. Por eso era importante que el pelaje protegiera del calor y el frío, fuera fácil de cuidar, no demasiado largo y no propenso a la estera. Incluso hoy en día, el kangal es un perro cuyo pelaje no necesita cepillarse con mucha frecuencia, tan solo regularmente.
Sin embargo, los kangal pasan por un periodo de muda importante. El pelaje de invierno consiste en una capa interna más densa y una capa externa ligeramente más larga (hasta siete centímetros) que el pelaje de verano. Durante el periodo de muda es necesario un mayor aseo. La capa interna muerta debe retirarse a fondo una y otra vez hasta que finalice el proceso de muda. De lo contrario, los perros tendrán rápidamente un aspecto desgreñado y descuidado y el pelaje parecerá apagado.
2. Prevención contra garrapatas y pulgas
A los perros pequeños que viven en el interior se les puede comprobar rápida y fácilmente si tienen garrapatas después de cada paseo. En cambio, los kangal son grandes, tienen un subpelo espeso y, por tanto, su búsqueda lleva más tiempo. Además, los perros guardianes casi siempre se crían de forma que dispongan en todo momento de un jardín o, a veces, incluso de grandes terrenos o patios. Por lo tanto, suelen estar mucho tiempo al aire libre. Esto significa que pueden entrar fácilmente en contacto con garrapatas y pulgas. Por lo tanto, puede ser útil una protección adecuada contra las garrapatas, que idealmente también funcione contra las pulgas.
Hay opiniones divergentes sobre lo que funciona mejor. A algunas personas les van bien las hierbas medicinales, el aceite de coco y los preparados naturales, pero hay que volver a aplicarlos. Los preparados de aplicación localizada o los collares antigarrapatas, que actúan durante más tiempo, son más sencillos y, por lo general, también se toleran bien.
3. Cómo bañar a un kangal
Como ya se ha mencionado, el kangal es muy fácil de cuidar. El pelaje apenas se apelmaza y casi se limpia solo. El barro simplemente se seca y se cae. Por eso, con un perro tan original como el kangal, muchas personas son reacias a bañarlo con champú para perros. Puede parecer innecesario o antinatural. Sin embargo, una ducha no daña en absoluto la piel del perro. Al contrario. Para los perros que no se bañan ni nadan en ríos o lagos por voluntad propia, en realidad es muy útil lavarles el pelaje de vez en cuando.
Los depósitos se acumulan en el pelaje con el paso del tiempo. Para que el pelaje resulte agradable y la piel del kangal pueda respirar bien y se elimine la suciedad, se puede bañar al kangal si es necesario. A menudo basta con agua clara, pero también puede utilizarse un champú suave y nutritivo. Éste debe adaptarse al valor pH de la piel de tu amigo.
En resumen
En resumen, el cuidado del kangal va más allá de la simple rutina de aseo. Es una expresión de nuestro compromiso con la salud y el bienestar de nuestros fieles compañeros. Desde el cepillado regular hasta la prevención contra parásitos, cada gesto fortalece el vínculo entre humano y perro. Recordemos que, además de ser guardianes valientes, nuestros amigos de cuatro patas son seres que merecen todo nuestro cuidado y atención. Con estas prácticas simples, pero importantes, podemos garantizar una vida larga y feliz para nuestros queridos kangal.
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Bibliografía
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- Matousek JL, Campbell KL. A comparative review of cutaneous pH. Vet Dermatol. 2002 Dec;13(6):293-300.